El déficit de psiquiatras en Chile: una crisis de acceso y atención

Latercera.com

La salud mental en Chile enfrenta un desafío crítico. Tanto en el sistema público como en el privado, la cantidad de psiquiatras disponibles resulta insuficiente para satisfacer la creciente demanda, especialmente tras las secuelas que dejó la pandemia de COVID-19. Esto ha llevado a que miles de personas enfrenten largas esperas para consultas, agravando una problemática que ya era preocupante.

Agendas saturadas en el sistema privado

En clínicas privadas de la Región Metropolitana, las agendas de psiquiatras están completas por meses. Por ejemplo, en la Clínica Alemana, no hay disponibilidad para noviembre, y en diciembre solo quedan tres cupos. En la Clínica Santa María, las consultas están ocupadas hasta febrero, mientras que en la Clínica Dávila no es posible reservar debido a la alta demanda.

Según Juan Pablo Undurraga, jefe de la Unidad de Psiquiatría de la Clínica Alemana, este fenómeno no es exclusivo de Chile, sino que responde a una tendencia global impulsada por las consecuencias de la pandemia. “Experimentamos dificultades de salud mental durante el encierro, como insomnio, ansiedad y disminución del contacto social. Esto dejó huellas evidentes en toda la población”, explicó el especialista.

El impacto de la pandemia en la salud mental

El confinamiento, la incertidumbre y la falta de redes de apoyo durante la pandemia contribuyeron a un aumento de trastornos como ansiedad y depresión. Nathali Ángel Pereira, psiquiatra de Clínica Indisa, confirma que estos problemas son los más comunes en su consulta, y añade que la vuelta a la rutina ha traído nuevos desafíos, como el estrés laboral y el acoso en el trabajo.

Sin embargo, la situación no se limita al ámbito privado. En el sistema público, más de 37.000 personas están en lista de espera para consultas psiquiátricas, divididas entre adultos y población infantil, según datos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales.

Un déficit preocupante en el sistema público

El sistema público de salud cuenta con 1.098 psiquiatras: 789 para adultos y 309 para niños y adolescentes. Aunque en el Registro Nacional de Prestadores Individuales hay más de 2.200 psiquiatras inscritos, muchos no están activos en el sector público. Esto se traduce en una tasa de solo 7 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, muy por debajo del promedio de 16,9 de los países de la OCDE.

Claudia Chartier, del Colegio Médico, señala que, a pesar de los esfuerzos por organizar la atención en niveles primario y secundario, la oferta sigue siendo insuficiente para responder a los casos más graves. “El 80% de las patologías psiquiátricas se resuelven en atención primaria, pero los casos más complejos que requieren psiquiatras no logran ser atendidos con la rapidez necesaria”, indicó.

Un paso hacia la solución: Ley Integral de Salud Mental

Consciente de esta crisis, el Gobierno presentó en julio de este año el proyecto de Ley Integral de Salud Mental. Este busca mejorar la calidad y la oportunidad de atención, reforzando los derechos y la inclusión social de las personas con trastornos mentales. Además, establece responsabilidades intersectoriales para promover condiciones que favorezcan la salud mental.

Aunque esta propuesta es un avance significativo, queda un largo camino por recorrer para resolver el déficit de especialistas y garantizar un acceso equitativo a la atención psiquiátrica. Es fundamental priorizar la formación de nuevos profesionales, mejorar las condiciones laborales en el sector público y aprovechar herramientas como la telepsiquiatría para llegar a zonas más aisladas

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